Un divertido viaje a la playa!

Como el título lo describe, fui a la playa hace poco. 

Mi amiga Ani y yo decidimos aventurarnos este pasado sábado e ir a una playa dublinsense (todavía no se cómo decir cuando algo es de Dublín). Fue toda una experiencia y preparación: buscar el mejor traje de baño, no muy cubierto, pero tampoco muy a lo venezolano (esta gente no está preparada para vernos en semi hilo aún), los Australian Gold, la super toalla, los vasos, la "curda", comidita, snacks, los lentes, los ganchitos, la crema para el cabello, etc, etc. Llevábamos los bolsos como si fueramos a la Gran Sabana lleno de cosas. La diferencia entre ir aquí e ir en Venezuela es que aquí tienes que cargar con el bolso todo el camino, porque vas en Bus. 

Llegamos al centro de la ciudad como a eso de las 12, misma hora en la que te estás parando en Higuerote, y tratando de mover al cambote de gente con la que te fuiste a la playa para que se arreglen y salir. En el centro, compramos las cosas de beber y comer, tipo algo así como en comprar en Flamingos, pero con menos gente en shorts y cholas, y mas gente con sweater y zapato de goma. Aquí no hay buen ron, así que lamentablemente tuvimos que dejar a Teresa en la tienda. A parte, si ya les contamos como iban los bolsos, no le añadamos que si llevábamos ron, tenías que llevar la cava que NO TENEMOS, con el hielo que NO SE CONSIGUE, y los vasos de caña que NO CABEN en la cava que no tenemos. En fin, optamos por un buen vino tinto y unas copas de plástico fiesteras que compramos en la super tienda EURO 2!

Una vez arreglado el asunto bebida/comida, nos dirigimos a la segunda para de autobus para irnos a la playa llamada Portmarnock. Si que vimos varias personas esperando para ir a la misma playa que nosotros, pero por alguna razón, Ani y yo eramos las únicas en cholas y vestidos, mientras que el resto hasta con chaquetas andaban, y no se les veía por ningún lado, la tira del traje de baño. Nos pareció un poco extraño pero bueh... 

Esto es lo que esperábamos hacer Ani y yo al llegar: 


Pero en verdad fue esto lo que encontramos: 


No hay mucha diferencia, ¿Verdad?

Llegamos y nos encontramos con que la gente NO SE SIENTA EN LA ARENA. Se sientan en la grama. Ya por ahí, todo estaba mal. La playa como tal estaba vacía, pero la grama estaba full de gente con sweater y zapatos de goma viendo hacia el mar. Me tomó aproximadamente como 30 minutos quitarme el sweater sin importarme que la gente me viera raro, porque afrontémoslo, ¿a quién se le ocurre ir en traje de baño a una playa irlandesa? Pues sólo a unas venezolanas con deseos de recuperar su color caramelito vaquita y con poca vergüenza.

Eso sí, aquí los sancochos o parrillas no son en el río como en Cuyagua, sino ahí mismo donde están sentados, con una parrillera portátil y desechable que pesa lo que pesa un hamster. Viene con los carbones casi que prendidos. En la arena ves al camión de helados paseando de un lado al otro, y como tres ambulancias estacionadas (esperando desde 1834 que alguien se ahogue, porque dudo que alguien se meta en esa agua tan fría).

Segundo intento de quitarme el vestido: no lo logré, y esta vez no por pena, sino POR FRIO! El sol, que parecía que quería salir cuando estábamos en el bus, en lo que pusimos pie en el asfalto se escondió para siempreeee... mentira, hasta que decidimos montarnos en el bus de regreso que dijo: ya el par de pajuas se van, vamos a salir de nuevo.

Estuvimos 2 horas y media en la playa, sentadas en la grama, con frio, sin siquiera sacar los bronceadores de su estuche, mucho menos la crema del pelo y el peine. Mi traje de baño jamás vio la luz del sol, mucho menos mi piel, y lo ultimo playero que siempre mantuve afuera fueron los lentes, porque la brisa me estaba ladillando un poco.

Aquí les dejo par de fotitos para que vean que tan fino nos fue.





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